China y Brasil unidos por intereses comunes

Verónica Neghme

China y Brasil están ahora en un proceso de acercamiento bilateral intenso y en el marco de los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), países emergentes que han resistido mejor las crisis económicas financieras mundiales de los últimos años, y que están haciendo oír su voz en los foros mundiales, para tener más peso, no solamente económico, sino también en el plano político. Desde los 90, se puede apreciar entre Brasil y los países del Asia -China- una relación comercial, que coincide con la apertura de Brasil al exterior y con una concepción de política exterior de Brasil como uno de los instrumentos centrales de su estrategia nacional de desarrollo.

Brasil y China tienen objetivos comunes de largo plazo: ser potencias -no sólo económicas (China ya es la segunda potencia mundial)- una posición similar frente a EEUU, potencia con la que Brasil mantiene ahora una postura “amistosamente distante”, y China también, ambos mirando sus objetivos de largo plazo, entorno a fortalecer una cooperación Sur- Sur. Las noticias recientes apuntan a un estrechamiento de lazos comerciales entre China y Brasil. China supera a EEUU como el mayor socio comercial de Brasil y acaba de tomar el papel de principal inversor, según un estudio del Brasil China Busineess Council, de tal forma que entre 2009 y 2010 el comercio bilateral aumentó 52% y las empresas chinas aumentaron sus inversiones en Brasil, en los sectores de energía (90% de la inversión china), y compras de terrenos para la producción de soya. China busca en Brasil una base para el suministro de recursos naturales, siendo Brasil el país más importante por la cantidad de recursos que posee. China invierte en Brasil en el área automotriz, en el sector minero (Vale) en petróleo, gas, bienes de capital, ferrocarriles, telecomunicaciones, agronegocios, petroquímica y acero. La preocupación de Brasil es revertir a su favor esta relación económica con más inversión brasilera en China, y exportando más manufacturas.

La vinculación estratégica cubre el ámbito político, en donde ambos países BRICS presentan coincidencias y se han apoyado en los organismos multilaterales. China apoya a Brasil para obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y Brasil apoyó el ingreso de China a la OMC y le otorgó junto a Argentina, Chile, Cuba y Venezuela, el status de economía de mercado. Además, ya en 1993, Brasil y China firmaron un plan estratégico de cooperación 2010-2014, mediante el cual ambos han avanzado en cooperación en aviación, en seguridad alimentaria, en infraestructura, energía, tecnología espacial, ejército y régimen de derecho. El plan anunciado por la presidenta Rousseff de invertir internamente en Brasil en infraestructura para estimular la demanda interna es la misma estrategia que ha adoptado China en la presente coyuntura. En síntesis, la asociación estratégica entre estos dos países BRICS, pese a sus similitudes y diferencias, apunta a una acción conjunta para cambiar un sistema de comercio que los traslade del norte hacia el sur, lo que aumentaría el poder internacional de Brasil en el mediano o largo plazo.